Superada esta primera impresión, en la actualidad la creación de una cultura de cumplimiento normativo es un valor, que no solo ofrece protección a la empresa, sino que mejora la transparencia y la imagen corporativa, aumentando la confianza de los clientes, proveedores, trabajadores e inversores, todo ello con independencia del tamaño de la empresa. Las PIMES deberían también adoptar un programa de prevención del delito

La implantación de un plan de compliance tiene TRES objetivos básicos:

1. Prevenir la comisión de delitos en el seno de la compañía.
2. Eximirse de responsabilidad penal en el caso de que se cometa un ilícito.
3. Crear una cultura de ética y cumplimiento empresarial.

Beneficios de la implementación de plan de cumplimiento normativo: 

• Permite detectar riesgos en los procesos de trabajo de la compañía, de modo que se evitan indemnizaciones civiles o sanciones administrativas 

• Permite evaluar la cadena de mando de la compañía, residenciando las responsabilidades en cada uno de los niveles donde se toman las decisiones. 

• Facilita que el órgano de Administración no se vea abocado a asumir responsabilidades penales por hechos cuyo ámbito efectivo de decisión se haya delegado. 

• Facilita la contratación de Seguros de Responsabilidad Civil y Penal, para la empresa y los directivos, en muchas ocasiones condicionados a la implantación de programas de Compliance. 

• Facilita la contratación con las Administraciones Públicas y con clientes y proveedores extranjeros, siendo en muchas ocasiones necesario como mecanismo para acreditar la diligencia de la empresa en el cumplimiento normativo. 

• Confiere mayor valor añadido a la Compañía, al reforzar los procesos de Calidad de la misma 

La respuesta a la cuestión planteada al inicio ha de ser afirmativa. El objetivo de toda empresa es generar beneficios, y su obligación es subsistir en el mercado, para lo cual debe optar por una política de cumplimiento normativo.